27 Oct Bob Haddad ▷ Grandes Maestros del Masaje Tailandés
¿Quién es Bob Haddad? Eso mismo me pregunté yo la primera vez que oí su nombre, y es uno de los grandes maestros de Masaje Tailandés y de las Artes Curativas Tailandesas. Susana y yo tuvimos la oportunidad de conocerle hace unos años y tomar un curso con él en Madrid.
Bob Haddad trayectoria profesional
Antes de tomar el curso me informé a través de internet sobre su trayectoria, él lleva muchos años enseñando y practicando Masaje Tailandés, concretamente desde el año 1999 y como algunos sabéis es el fundador de la más importante asociación mundial de Masaje Tradicional Tailandés, la “Thai Healing Alliance International” (THAI).
Además, imparte talleres a nivel internacional y ha organizado varias conferencias internacionales sobre las Artes Curativas Tailandesas.
Con la información que pude obtener sobre él, tuve claro que tenía mucho que enseñarme.
Entrevista con Bob Haddad
Aquí os comparto un breve extracto de una entrevista que le hicieron en Madrid.
¿Qué te llevó a practicar el Masaje Tailandés?
El Masaje Tradicional Tailandés llegó a mi vida por casualidad, justo después de una serie de difíciles acontecimientos personales difíciles en mi vida. Por aquel entonces, decidí ir a Tailandia para redescubrirme y tomé un curso de introducción al masaje tailandés en una de las únicas escuelas que había en Chiang Mai en ese momento.
Naturalmente, este masaje me enamoró y empecé a practicar con amigos en mi país, y luego ese mismo año volví a Tailandia para seguir estudiando. Continué estudiando con otros profesores de todo el mundo y regresaba a Chiang Mai cada año, hasta que conocí a mi primer mentor, Asokananda. Él me presentó a Mama Lek Chaiya y también a Pichest Boonthumme, que era uno de sus maestros. En aquella época Ajahn Pichest enseñaba a pequeños grupos en su casa de Hang Dong. Tuve el privilegio de estudiar con Lek y tener a Pichest como mentor.
¿Qué hace que el Masaje Tailandés sea especial para ti?
Creo que cuando el Masaje Tailandés se practica de forma eficaz dentro de las directrices de la medicina tailandesa tradicional y los principios budistas, tiene un efecto curativo holístico en el cuerpo, la mente y el espíritu del receptor (y también del terapeuta).
La mayoría de las demás terapias y artes curativas se centran en el cuerpo o en la mente, o a veces en el centro espiritual.
La belleza del Masaje Tradicional Tailandés (Nuad Boran) es que puede tratar las tres cosas al mismo tiempo. Afloja el cuerpo mediante estiramientos y presiones; estimula el sistema energético y disuelve los bloqueos trabajando en las Líneas Sen y calma la mente y el sistema nervioso con el Amor “Metta” que se dirige al receptor.
A medida que los terapeutas tailandeses avanzan en su práctica, es importante no estancarse en secuencias predefinidas, ya que no hay dos personas que reaccionen igual en un momento dado. En mi práctica lo más importante es permanecer en el momento presente en todo momento, mantener una mente despejada, y meditar sobre los sentimientos y las sensaciones de la persona que está siendo tocada.
Ahí es donde entran en juego los principios budistas. En última instancia, cuando una persona se siente segura y nutrida, puede desarrollar un proceso personal de autocuración.
Bob Haddad Libros
Estudiar con Bob Haddad
Bob Haddad no sólo enseña técnicas de masaje (que también), sino que sus cursos van más allá y están pensados para aquellos que ya tienen una base de Masaje Tailandés, así que allí fuimos Susana y yo.
La formación con él supero mis expectativas, no sólo a nivel de aprendizaje, sino por ver a un maestro entregado a su propósito. Él disfruta mucho en sus clases incluso acabando más tarde de lo previsto, explicándonos más y regalándonos su tiempo sin esperar nada a cambio. Suele invitar también a los que quieran acompañarlo a practicar meditaciones por las mañanas y ejercicios del ermitaño Rue Sri Datton antes de empezar las clases. Bob pone una pasión, entrega y generosidad digna de alabanza.
Por otra parte, para mí ha sido un maestro que me ha enseñado a que mi trabajo con el Masaje Thai sea diferente, más enfocado a la escucha, a mantener mi mente en silencio, sin ego, y escuchar lo que el cuerpo de la persona me está diciendo, algo por lo que le estoy sumamente agradecido.
Encuentros en Chiang Mai con el Maestro Bob Haddad
Tras el curso seguí manteniendo contacto con él, y hemos tenido el privilegio de verle en varias ocasiones en Chiang Mai, Tailandia, donde pasa largas temporadas y también imparte cursos, la verdad que cada encuentro con él es siempre muy enriquecedor.
En uno de nuestros viajes a Tailandia nos volvimos a encontrar en Chiang Mai. Yo había tenido un pequeño problema con mis lumbares, Susana y yo acababamos de regresar a Chiang Mai procedentes de China donde habíamos estado unos días y pasado mucho frio, mi zona lumbar se había contracturado y tenía una fuerte lumbalgia, él se ofreció a ayudarme y me preguntó si quería que me diera un masaje, lo cual acepté.
Me recibió en su apartamento y me acomodó en la sala que utiliza para los masajes, el espacio era sencillo pero acogedor, un futón en el suelo abrigado con una sábana blanca, unos cojines, un bálsamo tailandés preparado por él mismo, una estatuilla del Maestro Shivago y una vela delante de su figura, era todo lo que había en la sala, y por supuesto Bob y yo.
El masaje
Llevaba varios días bastante dolorido y confiaba plenamente en que su masaje me podía ayudar, así que me acosté sobre el futón en posición decúbito lateral como me indicó. El maestro Bob se arrodilló detrás de mi espalda y en silencio comenzó una oración, no pude escucharla pero si pude sentir que se estaba preparando antes de iniciar el masaje. No fue un masaje Tailandés habitual en todo el cuerpo como antes había recibido, sino que centró su trabajo en la zona dolorida. Mediante presiones muy sutiles noté como trabajaba sobre las Líneas de Energía en mi espalda, podía sentir el calor que desprendían sus manos y también cómo me aplicaba el bálsamo y unas compresas herbales tailandesas.
No sentía dolor y sí una gran Energía que ocupaba todo el espacio de la habitación, de pronto miré hacia la estatuilla y la figura de Shivago parecía enorme, la vela proyectaba sobre la pared la sombra del fundador del Masaje Tailandés, y esta sombra se había ido agrandando durante el masaje, era un entorno casi mágico.
No sé exactamente el tiempo que duro el masaje pero quizás unos 30 o 40 minutos, un tiempo en que pude sentir como el maestro Bob ponía todo su conocimiento, fe y mucho Metta en el trabajo que estaba haciendo en mi espalda, un auténtico Masaje Tailandés.
El resultado
Al día siguiente mi espalda estaba bastante mejor, lo cual le comenté ya que tuvo el detalle de llamarme para preguntarme que tal estaba. Unos días más tarde quedé con él para despedirme antes de mi regreso a España.
Con este Post quiero agradecerle su generosidad, su trato cercano y humano, su sincera amistad y sus cuidados para conmigo en un momento en que lo necesitaba. Y sobre todo quiero darle las gracias por ser como es, además de un gran maestro una humilde y gran persona.
Gracias Maestro Bob, Gracias, gracias y gracias…
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